Jehová es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré alguno, por tú estarás conmígo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos;
unges mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguiran todos los días de mi vida,
y en casa de Jehová moraré por largos días.
[Salmo 23 - La Senda 2011]